Soy Raquel y os presento a mi hijo, Manuel. Tiene la piel atópica. Al principio pensábamos que era un tema de los pañales, de las cremitas y que pudiese tener algún tipo de intolerancia a ciertos materiales y que se le pasaría.

El pediatra nos lo dijo muy clarito: dermatitis atópica y es de por vida.

Antes de que naciese, ya nos empezamos a plantear cómo ser más responsables para darle un futuro mejor y coincidió que teniendo la piel tan delicada no podíamos utilizar las toallitas que se venden en los supermercados. Teniamos claro que lo mejor para su piel era el algodón, porque no le daba reacción, así que intentamos encontrar toallitas de algodón y nos resultó imposible.

Al final nos tiramos a la piscina y encontramos un proveedor que toallitas 100% de algodón, sin tejer, que nos las podían servir en formato comprimido en pastilla, que se expanden con el agua. Nos pareció una idea fantástica, ya que cumplía con lo que buscábamos: no eran de celulosa, cuyo proceso de fabricación es muy contaminante y eran buenas para su piel.

Para nosotras era importante poder reutilizarlas lo más que pudiésemos y que se pudiesen reciclar. Así que encontramos las de 50 gramos por metro cuadrado (que básicamente implica que son más gorditas que otras que habíamos visto), que se pueden lavar en el programa de algodón de cualquier lavadora y nos permiten utilizarlas muchas veces. Cuando ya no se pueden lavar o se han usado mucho, lo que hacemos es o bien reciclarlas como compost o intentar darle un uso adicional antes de desecharlas. Ahí, por ejemplo, vimos que son perfectas para limpiar el polvo, por ejemplo.

Como habían sido útiles para nosotras, pensamos abrir esta página para todos los que tenéis este mismo problema de piel delicada o simplemente queréis respetar más el medio ambiente. Montamos la tienda y nos pusimos a venderlas prácticamente a precio de coste.

Conforme ha ido pasando el tiempo, nuestras clientas, además, nos descubren usos que no habíamos pensado en un principio, como el usarlas para desmaquillarte o quitarte el esmalte de uñas y las habréis podido ver en algunos restaurantes o eventos de catering. Esto nos hace creer en este proyecto que empezó de una forma inocente para un uso concreto, pero que ahora mismo está siendo una alternativa real tanto a las toallitas húmedas como a la celulosa.